
El arco del latín arcus apareció en la Mesopotamia (actual Irak), en el valle del Indo (India) y mas adelante en Roma.
Si bien primero se lo utilizó para construcciones subterráneas, fueron los romanos (que lo aprendieron de los etruscos) los primeros en utilizarlo en la superficie.
El arco está conformado por un número impar de dovelas. Los romanos lo emplearon principalmente para construir acueductos, palacios y anfiteatros.
En la Edad Media se lo utilizó para la construcción de las Catedrales y actualmente todavía se lo emplea para la construcción de puentes.
Lo que se buscaba en el individuo de la Edad Media era despertar la admiración y la fe al contemplar esas grandiosas construcciones y como la gran mayoría eran analfabetos conocer los pasajes de los Evangelios por medio de la imaginería y los vitreaux que las adornaban.
Chartres, Burgos, León, Colonia, Milán, Notre Dam du Reims, son claros ejemplos del empleo del arco de medio punto y de ese conocimiento milenario.
Es indiscutida la relación que existe entre los masones y los constructores de las catedrales en la Edad Media, ya que hay una teoría que afirma que los Caballeros Templarios luego de las persecuciones y procesos en toda Europa y sobre todo en Francia, que llevaron a la muerte y ruina de la Orden de los Caballeros de Cristo, Militia Christi, huyeron a Inglaterra donde ingresaron a la corporación de los constructores o albañiles (masons) de ahí la simbología del mandil la escuadra y el compás, instrumentos utilizados por estos constructores, como claro ejemplo de esto es Chartres, con toda la críptica simbología que guardan sus muros.
También se llama arco de medio punto a las estructuras construidas actualmente con forma arqueada, aunque sean de una sola pieza, y que, en sus apoyos, funcionan del mismo modo que los construidos con dovelas.
Es interesante ver como conocimientos de mas de veinte siglos se siguen empleando en la actualidad, cuando algo es perfecto el paso del tiempo solo sirve para perpetuarlo.
Es que el arte de dominar las curvas es toda una ciencia cuyo conocimiento se aprende con el paso del tiempo.
Ya que hay curvas que si bien no duran mil años como la Catedral de Chartres, son las de carne y hueso y son quizás mas admirables, la contemplación de las mismas tienen en el fondo similar resultado que las catedrales, y es llenarnos de emoción y de fe en todo lo que representan, en aumentar nuestra devoción y culto.
Alguien dijo que la religión era el opio de los pueblos, yo no dudo que las curvas femeninas producen en nosotros los mismos efectos que el opio, a mi me encanta esa adicción y no pienso dejarla.
Curvas como las de la foto confirman lo dicho.