LA DIOSA FORTUNA

Como bien sabemos los romanos tenían dioses como para hacer dulce, entre ese pelotón de dioses estaba obviamente la diosa Fortuna que era una de las deidades que ejercían el patronato de Roma, se la denominaba Fortuna Populi Romanii (La Fortuna del pueblo de Roma), y se la solía representar con los ojos vendados al igual que la Justicia, nada mas que Fortuna tiene mejores tetas.

A todos nos gusta pensar que los dioses están con nosotros, que nos sonríen, cosa muy diferente a que se nos estén cagando de la risa de nosotros, sensación que desgraciadamente tengo a menudo.

Yo por suerte hace unos años que he adoptado a Pingocho mi dios personal, está bueno tener un dios en forma casi exclusiva, Pingocho es medio jodido, pero se que no me tengo que hacer ilusiones, nos llevamos bien, como toda religión tengo que obedecer una serie de preceptos, por ejemplo no puedo comer gnochi de sémola, y tengo que tratar de ser menos pelotudo, esos son algunos de los preceptos de mi dios, ahora como soy politeísta también tengo una DIOSA, que por suerte adoro yo sólo y que no puedo nombrar.

Volviendo al tema, según la mitología romana Fortuna era la diosa de la suerte, de la buena y de la mala suerte, pero en general se la asocia con la buena suerte, con lo fasto que era lo contrapuesto a lo nefasto, recordemos que ya hemos tratado este tema en el post de los aurúspices y los augures, y que estos estaban encargados de establecer los días fastos y nefastos en general asociados a fechas en que habían ocurrido acontecimientos agraciados o desgraciados para la Urbe.

En los días nefastos estaba terminantemente prohibido celebrar contrato, negocio o todo tipo de celebración.

Según parece Fortuna era la diosa mas caprichosa del Olimpo, se la asociaba con la "Rueda de la Fortuna" una especie de ruleta donde ella influenciaba sobre el sino de cada uno.


Otros la confunden con la diosa “Ocasión”, que se representa carente absolutamente de pelos, ya que así se torna difícil de poder asirla, no hay de donde agarrarla, a esta si yo la adoro desde hace tiempo, y me ha quitado y me quita el sueño mas de una vez.



El culto a la diosa Fortuna fue introducido por los reyes etruscos, mas precisamente por Servio Tulio y el altar se encontraba en el Monte Palatino al lado de un viejo roble cerca de la roca Tarpeya, siendo costumbre para asegurar la buena fortuna del recién nacido colocarle al cuello un pequeño trozo de madera de roble.

A Fortuna le estaba consagrado el día 11 de junio, durante esa fecha se realizaba un festival que se llamaba Fors Fortuna; se le consideraba también la propiciadora de la maternidad.

Los romanos tenían bien presente que la Fortuna venia de imprevisto y los abandonaba en igual forma, ellos habían acuñado la sabia frase: "Sic transit gloria mundi".

Como todos sabemos cuando algún general romano se destacaba en alguna campaña victoriosa, el Senado de Roma el SPQR, Senatus PopulusQue Romanus, o El Senado del Pueblo de Roma otorgaba si los hechos lo merituaban los Honores del Triunfo, que era un desfile de la Victoria, donde desfilaban primero los despojos del enemigo es decir los tesoros y las armas mas vistosas, luego los nobles y caudillos enemigos encadenados, mientras las Legiones del general en cuestión formaban a los costados, finalmente en una cuádriga el general victorioso, la cuádriga llevaba a la rastra al rey derrotado encadenado el cual luego era abandonado en un foso para que muriera de hambre.

El general victorioso solía llevar las riendas, y atrás de él un joven sostenía una corona de laureles sobre su cabeza, mientras no cesaba de recitarle al oido, a modo de mantra: "Sic Transit Gloria Mundi", la gloria del mundo es transitoria, la gloria del mundo es transitoria...

Eran sabios los romanos, el motivo era para recordarle al general victorioso que todo tiene un final que nada es para siempre.

Y sabían que así como existía Fortuna también estaba Némesis la diosa que personifica la venganza divina, hija de Nix (la diosa noche) que se encargaba de castigar a quienes caían en la desmesura que no es otra cosa que el exceso de felicidad en los humanos, el orgullo, la soberbia, ya que esto era visto como un verdadero desafío a los dioses.

Yo por suerte tengo el don de darme cuenta cuando estoy viviendo uno de esos momentos de plena Fortuna de felicidad completa, en que tengo una sensación rara en la boca del estómago, y el pecho lleno de maripositas.

Por eso intento disfrutar esos momentos de felicidad lo mas posible, no sea cosa que aparezca mi vieja amiga Némesis.