Le Cordon Bleu

En el año 1578, el Rey de Francia Enrique III creó la Orden de los Caballeros del Espíritu Santo, y a modo de distintivo a cada uno de los 100 nobles elegidos se les otorgó una condecoración denominada la Cruz del Espíritu Santo, dicha condecoración estaba sujeta por un listón de color azul, y en francés es "Cordon Bleu".

Enrique III gobernaba Francia en el momento de las famosas Guerras de Religión, así fue como empleó a la Orden recién fundada a la defensa de la fe y la custodia del reino.

Esta Orden de Caballería, como toda Orden que se precie establecía una serie de grados o estamentos para organizarse internamente, en este caso eran tres los grados o estamentos como estaba armado y los grados de sus integrantes eran: grandes comendadores, oficiales y caballeros.

Antes Enrique III fue soberano de Polonia (cada vez me gusta mas Polonia) y Gran Duque de Latvia (actual Lituania), parece que Don Enrique no se andaba con chiquitas ya que una vez que tuvo la oportunidad de ser soberano de Francia pese a todos los problemas que esto traía aparejado abdicó al reino de Polonia, y los polacos aliviados.

No tuvo hijos y eligió como sus sucesor a un hugonote es decir un calvinista por esta mala elección tuvo que abandonar París y estando refugiado en Chartres llamó a los Estado Generales, parece ser que esto le daba mala suerte al soberano que los llamara dado que siglos después el siguiente en llamarlos sería Luis XVI el que terminó guillotinado.

Bueno al poco tiempo de estar en Chartres fue apuñalado por un fraile domínico, habría que aclarar que en esa época el clero como hoy en día se entrometía en los asuntos de Estado, y no solo ensartaban jovencitos como en la actualidad sino también reyes.

Este rey era bastante extraño dado que no solo era estéril sino que era definido como sexualmente ambiguo, según se cuenta como era muy piadoso se gustaba asistir a la orden religiosa de los flagelantes donde se hacía azotar con un silicio, también dicen que se rodeaba de favoritos con los que paseaba por las calles de París todos vestidos de mujer y maquillados como tales, dicen que inclusive sus amantes se disputaban el favor y que muchas veces corrió sangre.

Los cien Caballeros de la Orden del Espíritu Santo, parece ser que desconocían que uno de los siete pecados capitales era la gula, por cuanto sus reuniones se hicieron famosas por el lujo de sus banquetes, y ellos eran llamados los Cordón Bleu, de ahí que luego de la supresión de la Orden el término Cordon Bleu perduró como sinónimo de la excelencia en materia gastronómica.

Con posterioridad el término Cordon Bleu pasó a ser sinónimo de algo excelso no solo en materia gastronómica, en 1895 una periodista fundó una revista sobre gastronomía y cocina y posteriormente se fundó una escuela de cocina, siendo una de las mas famosas escuelas culinarias, a través del tiempo su fama y estructura se ha ido extendiendo hasta llegar a tener filiales en muchos lugares del mundo.

La verdad es que cada vez que uno lee de una organización cuyos integrantes son elegidos no por sus méritos sino por cuestiones ajenas al objeto de la misma irremediablemente zozobra, seguramente la pasaron muy bien en esos banquetes pero no se puede intentar luchar por un ideal si uno está mas en el tema de que es lo que van a comer y con que vino acompañarlo.

Mantener a cien pelotudos seguramente perjudicó al Erario Público, y mientras una gran mayoría del pueblo se empobrecía por los altos impuestos y se desangraba en las luchas por la religión, esos se pasaban comiendo y bebiendo.

Por lo menos algo bueno hicieron y fue pasar a la posteridad no ya por su inoperancia y su falta de objetivos sino por lo bien que comían, seguramente no eran capaces de joder mucho, es increíble pensar que tuvieron que pasar casi doscientos años para que finalmente rodaran las cabezas de esta elite de zánganos.

En honor a estos inútiles acá les dejo la receta de las "Tortitas de Crema a la Cordón Bleu".

Bon apetit!!

Tortitas con crema
Ingredientes

5 cucharadas soperas de harina
1 huevo
1 cucharada sopera de azúcar
3 cucharaditas de las de café, de levadura
1 cucharada sopera de aceite fino (o cualquier otro)
1 pizca de sal
1 vaso de leche fría
crema

Preparación

Se mezcla en un plato la harina con la sal y la levadura. Se baten los huevos y se les añade el aceite y la leche. Se junta con la sal, la levadura y la harina. Se bate todo junto deprisa y poco tiempo. Con una cucharada de la masa (o a "ojo" dependiendo del tamaño que se desee) se hecha en una sartén anti-adherente. Cuando empiecen a salir burbujas se vuelve con una espátula hasta que se dore por las dos partes. Se sirven con crema por encima.

NdR: Si al hacer la masa salen grumos no importa porque al freírse se quitan. Hacer la masa por lo menos 10 horas antes de freír las tortitas. La masa meterla en la heladera.