
El dildo al que otros conocen como "consolador" proviene según algunos de la palabra italiana "diletto" que significa complacer, esta denominación le fue dada en el Siglo XVI, no obstante ello es de destacarse que ya en la antigua Grecia ya se lo conocía, cuando la mujeres utilizaban el denominado "olisbos", un pene de madera que lubricaban con aceite de oliva, hay referencias de utensilios o juguetes sexuales que datan de la mas de 2.500 años de antigüedad en Oriente Medio, si no se equivocaron también en Sumeria existián los dildos aunque hechos en arcilla o marfil, y en China hechos en jade, también eran muy buscados los de basalto negro.

En la antigua Roma estaba relacionado con el dios Priapo que era representado con un pene de forma gigantesca comparado con el resto de su cuerpo, de ahí posiblemente el mito ese que los enanos la tienen grande, que en realidad lo que ocurre es que ellos son chiquitos pero el miembro viril es del tamaño normal, igual pasa con las mujeres muy pequeñitas que parece que fueran pura argolla o coño, dado que los genitales son del tamaño normal.
El dildo moderno o vibrador obviamente llegó con la electricidad a finales del siglo XIX, lo mas increíble es que su aparición fue como un instrumento médico utilizado para supuestamente combatir la histeria, los síntomas de esta enfermedad que en la antigüedad los griegos describieron como "útero ardiente" fueron múltiples, y si cualquier síntoma lo conectaban con la supuesta histeria.

Lo mas increíble es que en la antigua Grecia sostenían que el útero llegaba a comprimir el cerebro de la mujer y de ahí las reacciones y los cambios en la conducta en las mujeres, pero tan errados no estaban, por cuanto uno cuando está asustado está con los huevos en la garganta, y cuando nos enamoramos perdidamente también solemos tener la argolla de la mujer amada en la mente y nuestro razociño está en nuestro pene.
La ansiedad irritabilidad fantasías sexuales y una "excesiva lubricación vaginal" eran considerados parte de la sintomatología que preanunciaba la histeria, claro eran tan pelotudos los pobres griegos que no se daban cuenta que lo que necesitaban era una buena cojida o follada.
Según estudios efectuados en el Instituto Karolinska de Estocolmo, la insatisfacción de la mujer a lo largo de la historia se podía deber a varios factores.
Uno de ellos los casamientos sin amor, donde el matrimonio era arreglado de ahí que la mujer tuviera que desarrollar la imaginación en la hora de tener sexo.

Otra causal podía ser que no satisficiera a la mujer el hombre con el que estaba en pareja.

No todas tenían la suerte de estar con el hombre indicado.

De ahí que se dieran tantos casos de infidelidad a lo largo de la historia, y tampoco vamos a hacernos los pelotudos con el tema de la fidelidad que es algo utópico.

Entonces a la mujer no le quedó otra que buscar en otro lado el placer, así fue que tuvo que recurrir a la autosatisfacción con las manos.

O si tenía suerte acompañada de otra mujer insatisfecha, acrecentando la amistad y la camaradería.

Pero finalmente la tecnología llegó para quedarse.
Durante el siglo XIX a las mujeres que sufrían de histeria, los médicos les masajeaban el clítoris hasta producirles lo que llamaban "paroxismo histérico" que hoy festejamos con el nombre de orgasmo o polvazo. En la década de 1880 esta práctica estaba tan extendida que literalmente los pobres médicos se acalambraban las manos de tanta paja o puñetas a domicilio.

Inclusive algunas pobres mujeres llegaron a automedicarse, cosa que está condenada por la medicina.

Hasta que un médico británico de nombre Joseph Mortimer Granville ideó un pequeño aparato de forma fálica con fines terapéuticos para poder practicar el "masaje pélvico" que ya les estaba haciendo percha* las manos, la publicidad hablaba de un ingenio eléctrico que cumplía las funciones en forma fácil rápida e higiénica, a este tipo tendrían que haberle dado el Premio Nobel a la Paz Mental.
Esto era un claro ejemplo de una sociedad donde imperaba el "modelo androcéntrico de la sexualidad" es decir que el único que importaba era el hombre y su goce y donde el sexo era exclusivamente para la penetración y la eyaculación masculina, pobres pelotudos que entendieron que lo mas hermoso que existe es ser el autor del orgasmo de la mujer, el uso del vibrador era sobre el clítoris y la zona externa de la vagina, y al no haber penetración de este ingenio eléctrico era aceptado por la sociedad victoriana como un procedimiento puramente médico.
De hecho, el vibrador fue el quinto artículo para el hogar en ser electrificado, después de la máquina de coser, el ventilador, la cafetera y la tostadora y precedió en no menos de diez años a la aspiradora y a la planchadora de ropa, era obvio que se había tornado mas urgente un buen polvo a una camisa bien planchada y una casa sin polvo, bah la verdad era una vida sin un buen polvo pero de alguna manera había que tener alguna alegría no?.

El reinado del vibrador con fines terapéuticos terminó luego del fin de la Primera Guerra Mundial al comenzar a aparecer en las primeras películas porno, a partir de las segunda mitad del siglo XX comenzaron a comercializarse los vibradores como una ayuda o complemento para una buena cojida, inclusive los investigadores Masters y Johnson usaron los vibradores en sus investigaciones, ya hacia un tiempo que existían tiendas de sexo.

Hoy en día podemos ver la gran cantidad de modelos y diseños desde los de vidrio a siliconas con las formas mas variadas, para producir tanto el goce vaginal clitoriano o anal.

Inclusive se han inventado para que la mujer pueda conciliar el sueño y de paso siga entrenando.

Y como los adelantos llegan día a día finalmente luego del triunfo de los demócratas en USA acá podemos ver el regalo que le envió el presidente Obama a el ex Presidente George W, Bush y Sarah Palin con motivo de su asunción.

(Dedicado a Sra. Angel)
(Este blog le agradece a Malena por su esforzada labor)