La Proporciones del Hombre de Vitruvio

El famoso Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci es una realización que pone al hombre como centro del Universo, la idea primordial del Renacimiento, así al quedar el hombre inscripto en un círculo y un cuadrado, representan la base de lo clásico: el círculo y el cuadrado se emplea en toda la arquitectura clásica, el uso del ángulo de 90º y la simetría son bases grecolatinas de la arquitectura y sigue los estudios del arquitecto Vitruvio (Marcus Vitruvius Pollio) arquitecto romano del siglo I a.C. a quien Julio Cesar encarga la construcción de máquinas de guerra. En época de Augusto escribió los diez tomos de su obra De Architectura.

Vitruvio sostenía en su obra que la naturaleza distribuye las medidas del cuerpo humano como sigue: que 4 dedos hacen 1 palma, y 4 palmas hacen 1 pie, 6 palmas hacen 1 codo, 4 codos hacen la altura del hombre. Y 4 codos hacen 1 paso, y que 24 palmas hacen un hombre.

Si uno separa la piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estira y sube los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, el centro geométrico de las extremidades separadas estará situado en el ombligo y que el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero, esto no solo es sorprendente sino absolutamente al pedo!!!

La longitud de los brazos extendidos de una mujer es igual a su altura. Desde el nacimiento del pelo hasta la punta de la barbilla o perita es la décima parte de la altura de una mujer; desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza es un octavo de su estatura; desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza será un sexto de una mujer. Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte de la mujer completa.

Relación con la estatura.

Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza será la cuarta parte del la estatura de la mujer. La anchura mayor de los hombros contiene en sí misma la cuarta parte de una mujer.

Desde el codo a la punta de la mano será la quinta parte de su estatura; y desde el codo al ángulo de la axila será la octava parte. La mano completa será la décima parte de la estatura; el comienzo de los genitales marca la mitad. El pie es la séptima parte.

Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la cuarta parte. Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales será la cuarta parte. La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la misma, y, como la oreja, una tercera parte del rostro».

La anterior es la traducción completa del texto que acompaña al Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. En realidad es una traducción de las palabras de Vitruvio pues el dibujo de Leonardo fue originalmente una ilustración para un libro sobre las obras de Viturvio.

Yo también tengo mi mujer de Viturvio donde la distancia entre los dos pezones es cuatro veces el largo de la vulva, el número de pecas en la espalda es igual a la cantidad de veces que tenemos que besarla por mes, si al número de pelos púbicos lo restamos por el número de pecas, y a este lo dividimos por el número de pestañitas, nos va a dar una cifra igual al teléfono celular de la mujer en cuestión, y la distancia que hay entre el clítoris y el ano es la distancia sagrada mas parecida a la gloria que hay en este mundo, pero convengamos que si la dama en cuestión ha aceptado que tomemos todas estas medidas quiere decir que ya la tenemos seguro y mejor no perder el tiempo en pelotudeces, dejemos de lado escuadra y compás y sólo quedémonos con la regla que es el regalo de los dioses.

Yo había llegado a la conclusión que un buen par de tetas y un culo perfecto hacían a la mujer ideal, y también que la naturaleza es sabia, por cuanto si una mujer viene bien de tetas generalmente tiene cola chatita y si tiene un buen culo generalmente son de pechos pequeños, claro esto es una obviedad, así cualquiera.

Pero después las circunstancias me demostraron que las medidas casi nada tienen que ver, es mas he comprobado que en realidad (y me gusta haberlo confirmado), la mujer ideal es aquella que posee otras medidas, que el exterior no importa, y que estas se mensuran en su interior, en su forma de ser, su carácter, sus gustos, (iguales a los míos obvio), las mismas inquietudes y los mismos odios, no se en realidad como definirla, o si por cuanto bastaría con pronunciar su sagrado nombre y pocos de ustedes la conocen, en realidad no se si ella me lee, a veces uno se comporta como un naufrago que arroja botellas al mar, pero bueno si hay algo que la vida me ha demostrado es que todo es imprevisible, hay un dicho que dice: "¿Quieres hacer reír a Dios? Cuéntale tus proyectos", o también que: "Dios aprieta pero no cae en el sadismo", claro es cuestión de fe y mi dios personal Pingocho es medio imprevisible y creo que a veces sordo o se hace el boludo, pero bueno así son los dioses.

(Dedicado a Chipi que también se llama Natali pero para no crear confusiones va así)