CENICIENTA

Beatles - Lucy In The Sky With Diamonds

Había una vez un señor viudo que tenia una hija de nombre Lucy, y al poco tiempo de enviudar se casó con una señora también viuda que tenia tres hijas, si bien era hermosa no dejaba de ser una mujer cruel, o como toda mujer cruel era hermosa.

Esta señora era bastante mala pero atendía las desviaciones sexuales de su nuevo marido, el tema es que tantos excesos lo llevaron finalmente a la muerte.

Así fue como esta cruel madrastra se hizo cargo de la niña que ahora era huérfana, la pobre niña llevaba el apodo de Cenicienta ya que si bien era muy bella la incivil madrastra la trataba cruelmente y la obligaba a que hiciera labores humillantes, siempre la pobrecita debía trabajar desde que se levantaba hasta altas horas de la noche, y cumplir todos los caprichos de sus tres malvadas hermanastras.

Por la mañana les debía llevar el desayuno a las tres crueles hermanastras a sus respectivas camas.

Luego estaba obligada a colaborar en todo lo necesario para la belleza de las pérfidas hermanastras.

Inclusive debía ayudarlas a vestirse.

Un día el Príncipe del reino organizó un baile ya que había decidido contraer matrimonio con alguna jovencita del reino, por cuanto la endogamia estaba haciendo estragos en la casa real, el que no era hemofílico, salía defectuoso o medio pelotudo directamente.

Por eso se organizó un baile en el palacio real, todas las jovencitas mas o menos vírgenes fueron invitadas, pero la pobre de Cenicienta fue encerrada en su cuarto y cuando llegó el heraldo con las invitaciones, ella se enteró del baile oyendo a través de la puerta.

Encima la obligaron ese día a que limpiara la porqueriza y la pobre quedó con barro hasta la argolla.

La pobre de Cenicienta estaba sola en la casa a las puteadas porque no iba a poder ir al baile estaba toda sucia y encima habían cortado el agua.

Triste sola y sucia no tuvo mejor idea que ingerir una vez mas un brebaje hecho en base al cactus del peyote al que recurría cuando se sentía deprimida, justo después de tomarlo apareció el hada madrina de nombre Mezcalnina.


Esta con su varita mágica le confeccionó un hermoso vestido y con un melón y tres ratoncitos creó una carroza tirada por tres hermosos corceles, obvio que todo el encanto se desvanecería a las doce de la noche.

Así fue como pudo ir al baile del Príncipe y pudo bailar con este, pero antes de las doce se tuvo que ir cagando y en el descuido perdió una de las sandalias, y como el Príncipe era fetichista se guardó la sandalia, claro al tiempo no la bastaba con la sandalia quería el resto de Cenicienta así fue como se ordenó que probaran la sandalia en los pies de todas las jovencitas del reino, esto era una excusa en parte así el Príncipe podía disfrutar de su fetiche que era la adoración de pies.

Finalmente un día comprobó que la sandalia le iba bien a la gran mayoría de las niñas del reino así que arbitrariamente encontró a la jovencita mas o menos vírgen que lo conformó y declaró que esta era la mujer con la que había bailado.

Cenicienta despertó al tiempo y comprendió que las propiedades alucinógenas y psicoactivas del peyote habían alterado una vez mas la percepción de sus sentidos.

Quizás producto de su enorme contrición y cansancio, o intentado volver a vivir esa noche en que bailó con el Príncipe, tomó una dosis excesiva de peyote, y mientras se alejaba de la realidad recordó ese cuento que le contaba su padre del poeta místico Chuang-Tse que una vez soñó ser una mariposa que volaba alegremente por todas partes siguiendo sus caprichos, ajeno al hecho de ser Chuang.Tse, y que de repente despertó y vio sorprendido que era Chuang-Tse, entonces no supo decir si él era Chuang-Tse soñando ser una mariposa, o una mariposa soñando ser Chuang-Tse.

Y con este onírico pensamiento murió Cenicienta, sin encontrar una explicación coherente del origen de esas hermosas sandalias que llevaba puestas.