
El tema es que una comisión investigadora organizada por el rey de Hungría en esos momentos enemistado con la Condesa se apersonó con tropas para investigar los supuestos crímenes.
Según el informe producto de esta labor se hallaron en el castillo numerosas muchachas torturadas en distintos estados de desangrado, y un montón de cadáveres por los alrededores, dado que según sostenía la Condesa utilizaba la sangre de jovencitas vírgenes para supuestamente no envejecer.

Como era noble no participó en el proceso, pero si todos sus subordinados los cuales luego de ser sometidos a tortura confesaron haber presenciado el asesinato y tortura de mas de 650 jovencitas, es de destacarse que todos fueron declarados culpables de brujería, asesinato y complicidad, (el problema es que en ese estado también hubieran confesado haber matado a Carlos Gardel).
Supuestamente el error que cometió la Condesa fue el de utilizar a jovencitas nobles, si de ser cierto esta versión solo se hubiera dedicado a emplear a jóvenes del pueblo no le hubiera ocurrido nada.

Recordemos además que unos años antes Vlad Tepes "El empalador" también habitante de la región cometió miles de crímenes contra los campesinos, gitanos y turcos pero como se cuidó de hacerlo contra los nobles era considerado nada mas que un noble que gobernaba con un cetro de hierro, y también un patriota.
La versión del proceso nos habla de un número demasiado elevado aún para esa época de jóvenes nobles que habían sido enviadas a su castillo como pupilas que murieron por causas inexplicables, esa es la parte de la historia que le daría seriedad a la acusación.

Si han quedado registradas el nombre de cada una de ellas y su número es elevadísimo pese a los bajos standares de vida que existían en esa época.
Alejandra Pizarnik en su libro "La Condesa Sangrienta" relata "(...) La hechicera dedujo que esa ineficacia era causada por la utilización de sangre plebeya. Aseguró –o auguró- que, trocando la tonalidad, empleando sangre azul en vez de roja, la vejez se alejaría corrida y avergonzada. Así se inició la caza de hijas de gentilhombres. Para atraerlas, las secuaces de Erzébet argumentaban que la Dama de Csejthe, sola en su desolado castillo, no se resignaba a su soledad. ¿Y cómo abolir la soledad? Llenando los sombríos recintos con niñas de buena familias a las que, en pago de su alegre compañía, les daría lecciones de buen tono, les enseñaría cómo comportarse exquisitamente en sociedad. Dos semanas después, de las veinticinco “alumnas” que corrieron a aristocratizarse no quedaban sino dos: una murió poco después, exangüe; la otra logró suicidarse.(...)

Los relatos nos cuentan de una jaula que se elevaba donde se encerraba a la víctima desnuda, y con un atizador filoso se la hacía mover, como en la parte interna estaba llena de púas filosas al moverse la doncella esta era la que finalmente terminaba hiriéndose de muerte, mientras abajo casi impertérrita la Condesa sentada recibía el baño de sangre de la torturada, y su vestido de color blanco se iba tiñiendo de color rojo.
En realidad esto no debería sorprendernos, el poder sin límites hace que algunos creyéndose participar en una Cruzada y otros siendo la herramienta del mismo, unos antes y otros después finalmente terminan cometiendo todo tipo de crímenes excecrables, como fue la dictadura militar que se adueñó del poder en la Argentina, la cual nos ha demostrado que el poder absoluto produce la embriaguez de sentirse el dueño del cuerpo y las almas y los bienes de las víctimas que se encuentran a su merced, donde el crimen, el latrocinio, la tortura, la violación y todo tipo de excesos el único freno que tienen será delimitado por la imaginación, y en eso la especie humana casi no tiene límites.
Como la ley impedía que una noble fuese procesada fue encerrada en su castillo en una habitación que fue sellada tanto puertas como ventanas y solo un orificio para pasar comida y un cubo para sus necesidades, demás está decir que todas sus propiedades fueron confiscadas.
Así vivió más de tres años, casi muerta de frío y de hambre. Nunca demostró arrepentimiento. Nunca comprendió por qué la condenaron. El 21 de agosto de 1614, un cronista de la época escribía: Murió hacia el anochecer, abandonada de todos.
Como Sade en sus escritos, como Gilles de Rais en sus crímenes, la condesa Báthory, alcanzó, más allá de todo límite, el último fondo del desenfreno. Ella es una prueba más de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible.
En realidad la pobre Bathory fue una víctima de la época ya que a los cuarenta y tantos se sentía vieja, si viviera en este siglo vería como hay mujeres que a los sesenta están en un estado óptimo, además le hubiera costado mucho poder reunir a un número tal elevado de mujeres vírgenes, hoy ya por suerte casi no quedan, dicen que todavía existen pero yo nunca me topé con una gracias a Pingocho .
(Dedicado a Lilya Nuratis, tic taqueando, taconeando)