PROMETEO Y LA CAJA DE PANDORA

Prometeo como recordaremos fue uno de los benefactores de la humanidad, el tipo era una Titán hijo de Jápeto y de la oceánde Asia, tenía como hermanitos a Epimeteo y Atlas aquel que Hércules jodió una vez.



El tipo este era bastante arriesgado ya que mas de una vez se le dió por dejarlo en ridículo a Zeus, actitud que obviamente le traería consecuencias desgraciadas.

Una vez al realizar un sacrificio Prometeo partió un buey en dos, a una parte la vació y la llenó con la carne y las vísceras y a la otra la llenó con los huesos y los cubrió con grasa, cuando le dio a elegir a Zeus este eligió la mitad mas grande y que estaba cubierta de grasa pensado que era el mejor pedazo, pero después comprobó que sólo contenía huesos, de ahí la costumbre de los hombres de cuando sacrificaban un animal quemaban los huesos y se comían la carne.

Indignado por haber quedado como un “pelotudo a cuerda” Zeus privó a los hombres del fuego, imaginemos lo terrible que habrá sido de repente no poder preparar mas el asado del domingo, calculo que entonces se la habrán tenido que conformar comiendo sushi, ceviche y carne cruda salada, por lo menos estaba el glorioso jamón pero sin el fuego nos cargábamos de frío en el invierno y ni pensar en no poder prender un faso* o una puta vela.



Entonces Prometeo que era un buen tipo subió al monte Olimpo y se robó el fuego, algunos dicen que lo sacó del carro de Helios, otros de la forja de Héfeso, el tema es que volvió triunfante a donde se encontraban los hombres con el fuego.



Zeus que ya era la segunda vez que Prometeo lo dejaba como un imbécil decidió vengarse y le ordenó a Héfeso que hiciera una mujer de arcilla llamada Pandora que fue llenada de virtudes por diferentes dioses, Héfeso le dio muy lindo par de tetas.



Atenea un culo que solo le faltaba hablar.



Las Gracias y la Persuasión le dieron unas gambas* perfectas.



Las Horas le pusieron unos piecitos perfectos.



Y Hermes una argolla que era un sueño.



Zeus entonces le infundió vida y la envió por medio de Hermes a Epimeteo que era el hermanito de Prometeo en cuya casa se encontraba una caja que contenía todas las desgracias que podían caer sobre los hombres, algo así como acá si se cumplieran los sueños del Multimedios Clarín y la Sociedad Rural Argentina, el lomo se fuera a 20 u$s, los milicos fueran indultados como quiere Duhalde, se tomaran medidas de ajuste como quieren los mismos que ya en su oportunidad redujeron las jubilaciones y los sueldos en un 13%, el Estado dejara de subsididar el transporte y los alimentos básicos, se formaran escuadrones para agredir a los que menos quieren como ya lo hizo Macri, o se cumplieran las profesías apocalípticas de la gorda pedorra, todo con la vuelta a la frivolidad de los años 90, de la mano de Ricardo Fort* y Tinelli*.

Bueno el final ya lo sabemos Pandora abrió la caja.



Y de ella salieron todos los males que aquejan a los seres humanos, todo se fue a la mierda, Zeus se había vengado de nosotros.

Con Prometeo la cosa fue peor, Zeus lo llevó al Cáucaso donde lo encadenó y todas las tardes un águila le comía el hígado, pero siendo inmortal este le crecía todas las mañanas, este castigo debía durar eternamente.

Otros dicen que no era un águila sino una mujer y que no le comía el hígado precisamente.



El tema es que el bueno de Hércules camino al jardín de las Hespérides pasó por el Cáucaso y lo liberó matando a la cruel águila.

Prometeo se vino a vivir con los hombres, es mas vivió un tiempo en el barrio de Palermo, organizaba todos los domingos el asado, era él quien preparaba el fueguito y después cuando se organizaba algún partido, lo dejaban jugar en el arco con el resto de los mortales, eso si no jugaba bien pero como todos lo querían no les importaba que no fuera bueno, lo importante es que era un buen tipo, y eso era suficiente.